Hoy en día la población Nanti del alto Camisea asciende a poco menos de 300
habitantes. La mayor parte de la población reside en el actual asentamiento de
Montetoni, ubicado aguas abajo y a la orilla opuesta de su ubicación original (actualmente
178 habitantes en 16 familias). La comunidad de Malanksiari, ubicada frente a
la confluencia de la quebrada Malanksiari y el Camisea, cuenta con 91 residentes
en 13 familias. Por último, unos pocos individuos (5) de Montetoni y
Malanksiari se han mudado recientemente a la boca de la quebrada Kuría, donde
hasta hace pocos años la población predominante era Matsigenka. Un nuevo
asentamiento con población de Marientari se ha ido formando en Piriasanteri
desde el año 2001, unas horas de camino arriba de Montetoni (Cabeceras Aid
Project, 2002: sección 3; comunicación personal, Michael, agosto 2003). Un
segundo asentamiento reciente con población del Timpía denominado Shinksebe se
formó en el año 2002 (comunicación personal, L. Michael, agosto 2003). Estos
últimos asentamientos se encuentran dentro de la Reserva Territorial del Estado
a favor de los Kugapakori y Nahua y fuera del Lote 88. Se desconoce el número
de habitantes que estos asentamientos reunen. Se trata de población en
aislamiento voluntario. Algunos individuos Nanti habitan en los asentamientos
matsigenka de Yopokoriari e Inaroato (ubicados dentro de la reserva), otros
varios se han establecido temporalmente en Segakiato, mientras dos jóvenes
Nanti se encuentran estudiando en la comunidad matsigenka de Nuevo Mundo (Urubamba).
Con relación a los Nanti del Timpía, las estimaciones de población oscilan
entre 130 y 300 habitantes, distribuidos en varios asentamientos. Parece que la
mayor parte de la población Nanti del Timpía se encuentra aún en la zona de
Marientari, aparentemente residiendo en más de un asentamiento. Marientari
parece ofrecer los mejores suelos agrícolas hasta pasar el cañón que da paso al
bajo Timpía. Se conoce de otros asentamientos nanti aguas arriba en el Timpía,
uno de ellos en el afluente izquierdo del Timpía, Inkonene, posiblemente alguno
en el río Tigompinía (Beier y Michael, 1998) y uno en Pariantimashiari
(Cabeceras Aid Project, 2002: sección 3). Kimaroani, asentamiento que se
encuentra unos 4-5 días abajo del mecionado cañón del medio
Timpía es referido por los dominicos como asentamiento
“de los nantis-kogapakoris”.
Este se habría formado en base a población que los
dominicos se llevaron del puesto de Chingateni y cuenta con una escuela. Hasta este
asentamiento llegan los Matsigenka de Timpía con frecuencia para cazar y pescar
(Echeverría, 2003: 4; Espinoza y Huertas: 2003: 15). Al igual que los
asentamientos nanti del alto Camisea, los del Timpía se encuentran dentro de la
Reserva y fuera del Lote petrolero 88. Pero mientras que la población nanti del
Camisea está conformada por familias que en algún momento, entre mediados de la
década de 1980 y el presente, consideraron conveniente o necesario abrirse a la
posibilidad de establecer relación con el mundo exterior, procurando mantener
su autonomía, de lo que se sabe, los habitantes de estos asentamientos desean
mantener su autonomía y aislamiento. Sin embargo, en los últimos años los
misioneros dominicos de Timpía, apoyados por la Transportadora de Gas del Perú
(TGP), han hecho incursiones al alto Timpía visitando los asentamientos de
Marientari y de Inkoneni. Ello pese a los antecedentes de su anterior
experiencia (Echeverría, 2003). No se conoce los efectos de que esta nueva
visita pueda haber tenido en la salud de esas poblaciones. Otra fuente indica
que algunas de estas excursiones anuales organizadas por los dominicos han resultado
en visitas de Nanti del alto Timpía a Kimaroari (Espinoza y Huertas, 2003: 16),
fenómeno que presenta gran riesgo para la salud de los Nanti del alto Timpía, quienes
“tienen temor a ser contagiados de enfermedades” (ibid.: 21). Los Nanti del
alto Timpía conservan la elaboración de ollas de barro y herramientas de hueso
y bambú, además del consumo de ayahuasca. A través de los contactos con la
sociedad nacional iniciados por los Dominicos de la Misión de Timpía los Nanti
de las presentes generaciones conocieron las herramientas de metal. Es probable
que hubieran tenido acceso a ellas en el pasado antes de su aislamiento de las
redes de intercambio. Como ya se señaló, en las décadas de 1970 y 1980 los
instrumentos de metal parecen haber tenido un papel importante en ciertos
cambios en las dinámicas sociales entre los asentamientos nanti del Timpía y en
la motivación de traslado hacia el Camisea (Beier y Michael, 1998, sección 4.3).
Por ejemplo en estos años el deseo de muchas familias de usar las muy pocas herramientas
de metal disponibles hizo que se intensificaran las relaciones entre los asentamientos
y en el Alto Camisea que se juntaran varios grupos. Desde entonces los Nanti
han estado recibiendo una variedad de bienes manufacturados de diferentes
fuentes. En la actualidad, la mayor parte de estos bienes no
provienen de relaciones comerciales, aunque en
Malanksiari algunas familias siembran porotos que intercambian con comuneros de
Cashiriari. Desde el principio de las relaciones con los Matsigenka han
existido ocasiones en que los Nanti han aportado mano de obra a cambio de
herramientas, en términos muy desventajosos. Porque las herramientas de metal y
otros bienes manufacturados son tremendamente atractivos para los Nanti y
porque no tienen formas establecidas de conseguirlos, estas relaciones de “intercambio”
han sido y pueden ser fácilmente aprovechadas por personas foráneas, como
madereros que quieren sacar provecho de la mano de obra “barata” de los Nanti.
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